Los gases licuados del petróleo
Reciben el nombre de Gases Licuados del Petróleo (GLP), las mezclas comerciales de hidrocarburos en los que el butano o el propano son dominantes.
En su estado natural son gaseosos, pero en recipientes cerrados y temperatura ambiente, una gran parte de los mismos están en fase líquida, ocupando un volumen 250 veces inferior al que ocuparían en estado vapor.
Los GLP, una vez extraídos como gases de refinería o instalaciones de gas natural asociados, son comprimidos hasta licuarlos y mantenidos en ese estado en grandes almacenamientos, normalmente anexos a las instalaciones de refinerías o portuarias, llamados terminales.
Los depósitos de almacenamiento son de varios tipos:
- Depósitos a presión
- Depósitos refrigerados, o de presión atmosférica
- Depósitos semirrefrigerados
- Depósitos subterráneos: en cavidad salina o galerías mineras convencionales.
Desde los terminales el GLP se transporta por barcos, cisternas tanto por ferrocarril como por carretera, o gasoductos hasta las plantas de llenado para su distribución comercial en botellas o a depósitos de granel.
El alto poder calorífico de los GLPs en relación con el resto de los gases comerciales, presenta la ventaja de que para obtener una misma cantidad de energía total, se requieren menores diámetros de las conducciones utilizadas para la distribución del gas en fase gaseosa, si bien las presiones no pueden sobrepasar un determinado valor porque se producirían condensaciones en las canalizaciones.
Sus características de alta pureza, y la homogeneidad de sus componentes, hace que sea muy fácil ajustar el aire necesario para que la combustión de estos productos, sea la estequiometríca.
Además, y esta es una de sus principales características, están prácticamente exentos de azufre y otras sustancias como metales. Su campo de aplicación, es en general el calentamiento directo, y aquellas instalaciones en las que la accesibilidad del gas propano en depósito, la ausencia de azufre y todas las ventajas que conlleva el ser un combustible gaseoso, le proporcionan un valor añadido frente a otros combustibles.
Su comercialización está claramente diferenciada en función de la forma de almacenamiento y distribución, en:
- GLP envasado, que se utiliza casi exclusivamente como combustible doméstico para la cocina, el agua caliente y la calefacción.
- GLP a almacenado en depósito fijo, que se utiliza principalmente en los sectores domésticos, residencial, comercial, en la agricultura, y en determinadas industrias
- GLP automoción, para su uso como carburante.
En algunas ocasiones, cuando la temperatura ambiental disminuye, la capacidad de vaporización del depósito no es suficiente para el caudal de gas propano demandado, y es preciso el empleo de vaporizadores, en este caso se debe considerar el calor latente de vaporización del propano, que es de 90 kcal/kg.